viernes, 18 de julio de 2008

Taller de periodismo narrativo con Tomás Eloy Martínez


Tomás Eloy Martínez parte diciendo que el periodismo narrativo, en estos momentos, concita un inmenso interés, no sólo en América Latina, sino que en el mundo entero. Una muestra de ello, dice, son los premios de la propia Fundación Nuevo Periodismo, que reciben cientos de trabajos en cada convocatoria. De alguna manera, el Periodismo Narrativo comienza a estar de moda. Pero eso, que podría ser muy moderno, viene de mucho más atrás.

Cuando el periodismo moderno nace a mediados del siglo XIX, básicamente la información llegaba de telegramas de ultramar y se publicaba tal cual. La mayoría de las noticias eran lo que ahora conocemos como avisos clasificados, informaciones sobre barcos que llegaban o partían. No había entrevistas, no había reportajes, la información era telegráfica.
El principal patrimonio de todo periodista es su propio nombre. Y en la medida que uno entregue un texto mal, irá erosionando su propio nombre. La defensa del nombre es fundamental en el periodismo narrativo y esto se logra con dos cosas claves:
a. La calidad de la investigación y la calidad de la escritura.
b. No olvidar que tu nombre vale, porque es tu propiedad, es lo único que tiene el periodista. No te compran el nombre. No se puede permitir que publiquen cualquier cosa con tu nombre. Hay una cosa clara: sabemos que hay problemas laborales serios. Pero hay que estar dispuesto a perderlo todo para ganarlo todo. Si no estás dispuesto a perderlo todo nunca ganas nada.

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