lunes, 29 de diciembre de 2008

Aldea Moret, contra el desconocimiento y los estereotipos con el periodismo ciudadano

El Ayuntamiento de Cáceres da cámaras a los vecinos de un barrio conflictivo para que graben un documental participativo contando su propia historia. “Para acabar con los prejuicios tienen que conocernos”, explican.

Aldea Moret es, según algunos, posiblemente el barrio más conflictivo de la ciudad de Cáceres, y probablemente por ello también el barrio más desconocido, ignorado y estereotipado por el resto de los cacereños.

Pero si quisieras conocer el barrio y sus gentes, ¿cómo lo harías? ¿Qué tal dándole a 15 de sus vecinos teléfonos móviles y que ellos graben lo que quieran? Qué sean ellos mismos quienes entrevisten a sus familiares, amigos y vecinos. Qué sean ellos quienes hagan de reporteros por las calles, que tan bien conocen. Qué sean los vecinos quienes cuenten lo que pasa y viven a diario en el barrio.

Así, los prejuicios de quien mira sin conocer y la subjetividad de quien cuenta sin saber serán eliminados, la información surgirá del conocimiento y del amor al barrio y a sus gentes tienen sus mayores, el carnicero, la camarera, el frutero, el cura, sus críos y sus jóvenes.

Aquí puedes ver una versión resumida de 5 minutos de duración. Si te engancha, puedes ver el vídeo completo.

Aldea Doc es probablemente un ejemplo de la evolución del periodismo ciudadano en internet, donde se pasa del periódico ciudadano a los documentales de acción participativa, donde los propios protagonistas del reportaje son quienes llevan la cámara en la mano; y su cercanía a quién entrevista debido a una unión de amistad hará que el entrevistado aporte con mucha más facilidad la información que se le requiere.

La historia del proyecto

Aldea DOC surge como respuesta a la petición de la Concejalía de Innovación y e-Gobierno del Ayuntamiento de Cáceres para la realización de un proyecto documental participativo en el conflictivo barrio de Aldea Moret de la ciudad extremeña.

Aldea Moret, un antiguo barrio minero, responsable en gran medida del desarrollo industrial y de las mejoras de las comunicaciones entre Cáceres y el resto de España, Portugal y Europa, ha sufrido en los últimos años una importante degradación social por la coexistencia de varios problemas: problemas de integración, venta y consumo de drogas, abandono institucional de un inmueble muy degradado, etc.

El proyecto Aldea DOC responde a una doble necesidad de Aldea Moret. Por un lado, cartografiar las anomalías, las zonas de transición, donde la transitoriedad y la precariedad de la condición social conviven con prácticas de ilegalidad, y fomentar la participación y la implicación ciudadana en el actual proceso de reconversión de la zona, por otro.


(*) Santiago Manuel Vicente González forma parte de la red de periodistas ciudadanos de Bottup, un medio de comunicación social online que reúne una red social de ciudadanos y ciudadanas interesados en las diferentes realidades que les rodean.

La Piedra Azul

Por eso estamos como estamos… después del fracaso que tuvimos al no clasificar al octogonal para definir el titulo profesional colombiano de 2008, cuando por falta de fuerza testicular de los ineptos mercenarios que militan en nuestra gloriosa institución de una parte, y de otra , por la falta de una dirigencia suficiente, eficiente y ética, que sólo piensa en llenarse los bolsillos con una excelsa gama de negocios torcidos y falta de pertenencia, esa misma tanda de dirigentes están tratando de contratar nuevamente el grandísimo hijo de P... de Mayer Candelo…, si el mismo hijuep... que después de un partido en el Estadio el Campin por allá en el 2003, tiro la casaca de nuestro querido equipo…. Ahora estos “queridísimos dirigentes” (los mismos rosqueros de siempre), están pretendiendo que ese sujeto venga a vestir nuevamente la misma camiseta, con la que en aquella ocasión lo único que le falto fue limpiarse el culo.
¿Cómo pretendemos nosotros (los hinchas sufridos), que nuestro querido Millonarios salga del mierdero de mediocridad en el que estamos sumidos?
Eso no va a ser posible mientras el Club Deportivo los Millonarios siga siendo dirigido por un puñado de malparidos liderados por pelele de López que lo único que le importa es el beneficio propio.
Yo me pregunto ¿en dónde esta la escuela de formación de Millonarios, que es de donde realmente salen los jugadores que aman su camiseta y que entregan lo mejor de cada uno en cada partido? ¿Aquellos a los que le duele perder un partido cuando han dejado retazos de piel en la cancha de juego? ¿Dónde están aquellos importados que a pesar de su misma situación de foráneos se la jugaban hasta el minuto 90, como: Converti, Lunari, Villano, Amado, Funnes, Juárez, Burguez… nos los cambiaron por Perezlindo, Fernández, Villagra y Tejada? … como diría mi hijo… ¡Que tristeza!
¿Por qué salimos de jugadores como Chitiva y Conde sin haber disfrutado plenamente de su potencial futbolístico?, ¿Por qué se mantuvieron por tanto tiempo seudo jugadores como Bonner Mosquera, Jair Ramírez Gacha, Raúl Ramírez Gacha y Ricardo Pérez?. Todo lo anterior sucede sólo por falta de dirigencia eficiente. Porque quienes están al frente de esa institución no entendieron que Millonarios además de ser un club deportivo, es una empresa, que se debe a sus accionistas y principalmente a su abnegada hinchada que domingo a domingo y entre semana, abrigando la lejana esperanza de volver a ser campeones, vamos al estadio a arrullar las amarguras que nos producen las derrotas propinadas por todos los equipos del rentado que quieran venirnos a humillar en nuestro feudo.
Finalmente no acuso a los jugadores porque ellos dan lo que tienen, en la medida de las exigencias que promuevan sus dirigentes, pero siendo ellos (los dirigentes), personas de una altísima mediocridad, ni siquiera insinúan tarea alguna u objetivo definido para cada uno de los torneos. Por allí no se estilan planteamientos de métodos de trabajo para la consecución de objetivos y lo peor de todo, es la falta vergüenza deportiva y respeto por una afición que les esta pagando el sueldo.

Y nosotros tan románticos haciéndole fuerza al Medellín para que América no nos empaten en cantidad de títulos; si lo primero que hay que hacer es cambiar al Doctor Juan Carlos López y sus secuaces, por unos directivos que manejen a Millonarios como se maneja una empresa, con un líder que le cuente a los jugadores después del primer tiempo ganándole al Envigado (penúltimo del torneo) 2 - 0, que no es cierto que ganando tres a cero clasificamos sin depender de otros resultados, sino que le diga a los mismos que deben hacer otros cuatro goles y que el premio es de 20 millones para cada uno, porque de los contrario ellos van a tener que responder por negligencia deportiva ya que el club reportara un recaudo negativo de dos mil millones de pesos, que es lo presupuestado para los clubes que ingresan a los cuadrangulares finales.
Luego activar la escuela de formación futbolística de Millonarios en donde además de fundamentar a los negros chocoanos y caucanos que nos recomienda el señor Delio “maravilla” Gamboa, y los de la rosca del Mono Rubio, seleccionemos y adecuemos a jugadores de la casa que pululan en las canchas de la Ciudad Universitaria, El Olaya, Bonanza, Fontibón, Servita y muchas otras en donde se programan torneos de muy buen nivel, con buenos jugadores que merecen una oportunidad en nuestra institución.
Finalmente contratar a jugadores profesionales de fútbol, que vengan a aportar al club su conocimiento y rendimiento y no una camada de viejos mañosos, malos jugadores y peores sindicalistas que lo único que hacen es dar mal ejemplo, a aquellos jóvenes jugadores que juegan porque les gusta el balón.
Por ultimo, voy a cerrar mis ojos y mis oídos a todo lo que tenga que ver con Millonarios en el año entrante, porque no obstante los desaciertos que cometieron en este, los dirigentes impunemente se afianzan en sus curules haciéndose ver que: ahí están y ahí se quedan y para redondear tamaña cagada, pretenden traer al hideputa de Candelo.

Azul Pálido.

La vida de un Cascarrabias

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la finalidad es poder decir con exactitud nuestras averiguaciones, manteniendo la sensibilidad de los sucesos.