Como los camellos cruzan el desierto, así los relatos cruzan la soledad de la vida, ofreciendo hospitalidad al oyente o buscándola. Lo contrario de un relato no es el silencio o la meditación, sino el olvido.
La paradoja, el drama y el peligro están en el hecho de que conocemos cada vez más la historia creada por los medios de comunicación y no la de verdad.
Luego de pronto, encontramos a alguien que ha leído un libro nuestro en una hora.
Esto significa que no lo ha leído, porque ese libro estaba destinado a durar una semana, un mes, sólo para llegar a entender algo del mismo. Por tanto el silencio es una relación entre el autor y el lector.
Luego de pronto, encontramos a alguien que ha leído un libro nuestro en una hora.
Esto significa que no lo ha leído, porque ese libro estaba destinado a durar una semana, un mes, sólo para llegar a entender algo del mismo. Por tanto el silencio es una relación entre el autor y el lector.
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