El periodismo nicaragüense se ha convertido en un campo de batalla, plantea Carlos Salinas en una nota publicada por La Prensa. Las salas de redacción de los diarios y los programas de televisión y radio se han dividido entre oficialistas y opositores y son ahora el lugar donde se pelea por consignas y posturas políticas, tal como fuera décadas atrás.
Según Salinas, la declaración de guerra llegó directamente del presidente Daniel Ortega, quien comenzó su discurso duro contra los medios de comunicación por las fuertes críticas que los medios hacían de su gestión y el secretismo que rodea a su gobierno.
La polarización es favorecida por los medios. El mandatario cuenta con un amplio grupo de comunicación que incluye radios, canales y sitios de Internet que reproducen el discurso del presidente y las consignas del Partido Sandinista. Del otro lado están los medios que se han adjudicado el papel de opositores, a falta de una oposición política fuerte, y han basado sus coberturas de la gestión gubernamental en la crítica, el ataque y la confrontación, agrega Salinas.
El duro enfrentamiento que ocupan las notas y programas han arrastrado a los periodistas, quienes han sido víctimas de varios ataques de uno y otro bando en los últimos meses.
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