“Muchos Estados no han entendido que la verdadera democracia sólo es posible si los ciudadanos pueden acceder libremente a la información pública”, dijo a la revista Cambio la colombiana Catalina Botero, nombrada como relatora especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el pasado 21 de julio.
Magistrada auxiliar de la Corte Constitucional de Colombia, abogada y especialista en derechos humanos, la nueva defensora de la liberta de expresión en todo el continente reconoció a Semana que la relación entre los medios de comunicación y el Estado siempre ha sido una relación de tensión. “Lo importante es saber que la censura no sólo existe cuando se dictan medidas donde se prohíba a algún medio publicar algo”, dijo.
Aunque Botero tiene una destacada trayectoria como abogada, su falta de experiencia periodística ha dado pie a críticas. En una columna de opinión en El Universal de México, Danilo Arbilla planteó que tal desconocimiento de la práctica periodística limita la comprensión que la nueva relatora puede tener sobre muchos de los conflictos que afectan a la libertad de expresión, como la censura disimulada o el hostigamiento a la prensa.
Arbilla, de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), criticó también la confianza depositada por Botero en el sistema judicial, cuando “jueces y fiscales se han transformado en muchos países en una de las mayores amenazas para la libertad de expresión”, incluso en gobiernos que se dicen democráticos.
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