Por segunda semana, el fiscal especial de México para ataques contra periodistas, Octavio Orellana, dice que México es más seguro para los periodistas que lo que reportan las organizaciones de Derechos Humanos.
La semana pasada, Orellana retó las estadísticas del Comité de Protección a Periodistas, que dice que México era el segundo país más peligroso para prácticar el periodismo. En respuesta, Carlos Lauria de CPJ le pidió a Orellana que actúe, diciendo, "la mejor manera para que un fiscal especial mejore la pobre imagen que tiene su país es procesando satisfactoriamente a los asesinos".
Esta semana, varias organizaciones han respondido a las declaraciones de Orellana de que los asesinatos en abril de dos trabajadoras de radio en Oaxaca (los cuales siguen impunes) no estaban relacionados a su trabajo en la radio. Un abogado para la red de radios comunitarias dijo que la información de Orellana ”no está basada en la realidad". La organización de noticias de mujeres CIMAC dijo que el fiscal no estaba familiarizado con las condiciones sociales y políticas de la región ni del trabajo de la estación de radio. Reporteros Sin Fronteras (RSF) dijo que las declaraciones de Orellana "muestran otra vez la determinación del fiscal especial por ocultar los peligros reales que enfrentan los periodistas mexicanos cuando hacen su trabajo".
Orellana retó esta semana también las estadística de RSF, insistiendo en que los reporteros de México enfrentan los mismos peligros que cualquier otro ciudadano, reporta la agencia de noticias Notimex .
En una columna de opinión publicada en El Universal, Darío Ramírez, director de la organización de Derechos Humanos Artículo 19 en México, critica el reporte del fiscal mexicano, que cuenta 13 asesinatos de periodistas y dos desapariciones en 2008, y su énfasis en desacreditar a las organizaciones internacionales.
“De nada sirve contar con una Fiscalía especial que presenta dichos resultados", dice Ramírez, pidiendo al gobierno federal que tome acciones para proteger a los periodistas.
La semana pasada, Orellana retó las estadísticas del Comité de Protección a Periodistas, que dice que México era el segundo país más peligroso para prácticar el periodismo. En respuesta, Carlos Lauria de CPJ le pidió a Orellana que actúe, diciendo, "la mejor manera para que un fiscal especial mejore la pobre imagen que tiene su país es procesando satisfactoriamente a los asesinos".
Esta semana, varias organizaciones han respondido a las declaraciones de Orellana de que los asesinatos en abril de dos trabajadoras de radio en Oaxaca (los cuales siguen impunes) no estaban relacionados a su trabajo en la radio. Un abogado para la red de radios comunitarias dijo que la información de Orellana ”no está basada en la realidad". La organización de noticias de mujeres CIMAC dijo que el fiscal no estaba familiarizado con las condiciones sociales y políticas de la región ni del trabajo de la estación de radio. Reporteros Sin Fronteras (RSF) dijo que las declaraciones de Orellana "muestran otra vez la determinación del fiscal especial por ocultar los peligros reales que enfrentan los periodistas mexicanos cuando hacen su trabajo".
Orellana retó esta semana también las estadística de RSF, insistiendo en que los reporteros de México enfrentan los mismos peligros que cualquier otro ciudadano, reporta la agencia de noticias Notimex .
En una columna de opinión publicada en El Universal, Darío Ramírez, director de la organización de Derechos Humanos Artículo 19 en México, critica el reporte del fiscal mexicano, que cuenta 13 asesinatos de periodistas y dos desapariciones en 2008, y su énfasis en desacreditar a las organizaciones internacionales.
“De nada sirve contar con una Fiscalía especial que presenta dichos resultados", dice Ramírez, pidiendo al gobierno federal que tome acciones para proteger a los periodistas.
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