Un locutor que con frecuencia criticaba la corrupción local fue muerto a tiros el 17 de noviembre en la ciudad de Gingoog, Mindanao, en el sur de Filipinas, informan el Center for Media Freedom and Responsibility (Centro por la Libertad y Responsabilidad de los Medios, CMFR) y otros miembros de IFEX.
Aresio Padrigao, locutor en Radyo Natin (Nuestra radio), acababa de dejar a su hija frente a la Universidad del Estado de Bukidnon en la mañana del 17 de noviembre cuando fue muerto por un pistolero a bordo de una motocicleta.
Aunque el móvil no es claro, el CMFR cree que Padrigao fue muerto por su trabajo como periodista. Padrigao presentaba "Sayri ang Katilingban" (Conozca a la gente), que se transmitía cada viernes. Con frecuencia criticaba en su programa la corrupción gubernamental local así como las actividades de tala ilegal en la provincia. También escribía una columna para el periódico comunitario "Mindanao Monitor Today".
Toto Gancia, un locutor de la misma estación, informó a CMFR que Padrigao había recibido amenazas antes de su asesinato. "Las amenazas le dijeron en efecto que no viviría hasta Navidad", declaró Gancia.
Según el CMFR, Padrigao fue el quinto periodista filipino asesinado en el cumplimiento de su labor en 2008. De los 37 asesinatos de periodistas en relación con su trabajo durante la administración de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo, sólo dos han terminado en condenas para los pistoleros y ninguna ha terminado en condenas para los autores intelectuales, dice el CMFR.
"El aura de impunidad que rodea estas agresiones contra periodistas es una falla del Gobierno", dice el Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ). "Mientras las autoridades continúen sin procesar a los responsables de esos asesinatos, los periodistas seguirán siendo vistos como blancos fáciles":
El CPJ lanzó una campaña global para combatir la impunidad en los asesinatos sin resolver de periodistas, que se enfoca inicialmente en Filipinas y Rusia.
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