El activista por la libertad de expresión Guyler Delva está frenéticamente buscando ayuda para más de 70 periodistas y trabajadores mediales de la norteña ciudad de Gonaïves, quienes perdieron sus casas y quedaron sin comida, ropa o equipos tras el reciente azote de tres huracanes. “Perdieron todo en las recientes inundaciones”, le dice a María Salazar del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).
La prensa haitiana "se ha vuelto casi inexistente". Los mejores periodistas han sido asesinados o han abandonado el país tras recibir amenazas de muerte. Los que continúan en ciudades como Gonaïves (a 170 kilómetros de la capital, Puerto Príncipe), recurren a un segundo trabajo para sobrevivir, dice Delva, quien encabeza Sos Journalistes, una organización promotora de la libertad de prensa.
Con sólo cinco de diez estaciones de radio aún en el aire en Gonaïves, periodistas de diferentes medios se han unido para producir noticieros matutinos y vespertinos, transmitidos por las emisoras que siguen funcionando, explicó Delva al CPJ. Además, radio haitianas y periódicos comunitarios en Florida y Massachusetts están informando sobre las condiciones de la isla a los haitianos en Estados Unidos.
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